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LA MAJORDOMA DE SANT NARCÍS
LA MAYORDOMA DE SAN NARCISO
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Según la
Leyenda, la mayordoma era una tía-abuela de Santa Afra, que acompañó
al Santo Obispo cuando vino a residir a Girona. Se trataba de una
mujer que, aunque tenía más de cien años, tenía un aspecto espléndido,
con una piel tan fina que parecía una flor. Era muy gorda,
ostentosamente presumida y una gran chafardera, con dotes de cocinera
y dominante de las ciencias de los astros y de las plantas, así como
creadora de grandes remedios. Su paso por las calles de Girona era
todo un espectáculo, ya que solía ir ataviada con vestidos
deslumbrantes, con cascabeles cosidos en los bajos de la falda para
hacerse notar, con la cabeza cubierta por togas inmensas y que se
hacía acompañar por criados que la precedían con una silla especial
para reposar en plena calle cuando ya no podía caminar más. |
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ESCULTURA DE LA MAYORDOMA DE ST.NARCÍS
AL PRINCIPIO DEL PASEO ARQUEOLÓGICO DE GIRONA |
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Sus dotes de cocinera le habían hecho
inventar manjares exquisitos, como por ejemplo la Oca con peras, las
manzanas rellenas o la butifarra de sangre. Y sus habilidades más o menos
mágicas le permitieron, una vez que se había enfadado mucho, dejar todas
las iglesias de Girona llenas de telarañas y con unas arañas inmensas y de
todos los colores. Pero un día, por culpa de una chafardería irreverente
sobre Sant Narcís, éste le retiró todos los poderes.
La mayordoma se
convirtió así en el centro de las risas de toda la gente de la ciudad y
caminaba por las calles mientras la gente le tiraba las sobras de las
comidas. Hasta que un día la mayordoma tuvo una visión y predijo la muerte
de Sant Narcís y de Sant Feliu víctimas del martirio por su fe. Cuando sus
presentimientos se hicieron realidad, la mayordoma practicó la humildad y
la penitencia y se dedicó, sobre todo, a ayudar a los enfermos y a los
desvalidos. Al encontrarse cercana a la muerte, como un último gesto de
amor, encendió un fuego delante de la puerta de la Catedral y allí mismo
inventó para los pobres y los enfermos la Sopa de Menta. Al morir, los
gerundenses que se ocuparon de su entierro observaron con sorpresa que su
inmenso cuerpo no pesaba más que el de un gorrión. |
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PICULIVES
(1935-1998)
LA
MAYORDOMA
DE SANT
NARCÍS
ESCULTURA
OFRENDA
DEL AUTOR
DE AMIGOS
DE GIRONA
ANTIGUA Y
ARQUEOLÓGICA DE
GIRONA
13-MAYO-1973 |
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