xubidu    
           
 

Chistes

 
 


"Reciclaje" 
Un mexicano está tranquilamente tomando su desayuno, cuando un típico
estadounidense, mascando chicle, se sienta a su lado. El mexicano
ignora al yanqui, y el americano no muy contento con eso, trata de
hacerle conversación preguntando:
"'Excuse me', ¿ustedes se comen todo el pan?"
"Por supuesto", contesta el mexicano.
"Nosotros no, sólo comemos la migaja de adentro del pan y la parte de
afuera la ponemos en un 'container', la reciclamos, la transformamos
en harina y la exportamos a México".
El mexicano escucha en silencio, imperturbable. El americano sigue
mascando chicle e insiste:
¿Ustedes se comen la mermelada con el pan?"
"Por supuesto", contesta el mexicano.
"Nosotros no. Nosotros en el desayuno comemos fruta fresca, la cáscara
y las semillas, las ponemos en otro 'container', las reciclamos, la
transformamos en mermelada y la exportamos a México".
El mexicano, ya un poco alterado, le pregunta:
"Y ustedes, ¿qué hacen con los condones después de usarlos?"
"Los tiramos a la basura, 'of course'".
"Nosotros no, después de usarlos los ponemos en un contenedor. Los
reciclamos; los transformamos en chicles y los exportamos a los
Estados Unidos".

"El ladrón"
Un ladrón entró a una casa a hacer de las suyas, con su linterna en
la mano. Cuando estaba escudriñando por la cocina y el comedor en
busca de la platería, escuchó una extraña voz que le decía:
"Jesús te está mirando".
El ladrón se sobresaltó, apagó la linterna e inmediatamente se puso
a averiguar de dónde provenía esa voz.
"Jesús te está mirando", volvió a escuchar.
Encendió nuevamente su linterna y vio a un loro encerrado en una jaula
que le repitió:
"Jesús te está mirando".
El tipo se río y le respondió:
"¿Y tú quién eres?"
"Soy Moisés", contestó el loro.
"Ja, ja, ja, ja ¿Y quién fue el imbécil que te puso 'Moisés'?"
"El mismo imbécil que le puso 'Jesús' al doberman que está detrás de
ti... ¡Idiota!"

"Los pasos del padre"
Un médico llevaba a su hija de 4 años al preescolar. La niña tomó el
estetoscopio que el doctor había dejado en el asiento del auto,
y comenzó a jugar con él.
Enternecido y lleno de orgullo, el doctor pensó: "¡Vaya, mi hija quiere
seguir los pasos de su padre!"
Entonces la niña habló hacia el instrumento: "Bienvenidos a
MaDonald's. ¿Puedo tomar su orden?"

 
 

  Recomienda este documento a un amig@

 

 

tanomp@xubidu.com